Estas son las fases de la recuperación de adicciones:
- Retirada o inicio de la abstinencia
- Abstinencia temprana
- Abstinencia prolongada
- Adaptación y resolución
FASE 1: Retirada o inicio de la abstinencia
Responde al nombre popular de «síndrome de abstinencia» y su duración oscila entre 1 y 2 semanas. El estadio previo o inicial es la abstinencia derivada de la retirada de la sustancia de la que hay dependencia.

Existe un resultado directo producido por el reajuste cerebral cuando te enfrentas a una primera abstinencia que puede derivar en depresión, ansiedad y hasta en paranoia. Esto en cuanto a los síntomas directos del inicio de la abstinencia que pueden ampliarse con síntomas relacionados que deberían atenderse por separado mediante atención médica como convulsiones, falta de vitaminas, problemas de respiración… o enfermedades más peliagudas como cardiovasculares, SIDA y/o Hepatitis C.
FASE 2: Abstinencia temprana
También conocida como «luna de miel» o «nube rosa» y se puede prolongar entre 4 y 6 semanas.
Es una etapa que puede incluir algo de euforia en la que el adicto, superado el primer síndrome de abstinencia puede concebir la falsa idea de tener resuelto el problema de adicción.
En esta fase se agudizan las emociones canalizadas (a veces) hacia la euforia y las reacciones desmedidas. Estas reacciones no tienen por qué ser malas, solo que se dan de un modo descontrolado y desproporcionado con respecto a la realidad.
FASE 3: Abstinencia prolongada
Recibe el sobrenombre de «el muro» y se puede prolongar en el tiempo entre 3 y 4 meses.

El subidón y el exceso de euforia expuestos en la fase 2 pasa factura al paciente y, sin forzosamente venirse abajo, sí que experimenta cierto retroceso y disminución en su energía y fuerzas para avanzar. Cambia un poco el estado de ánimo y, desaparecida la euforia inicial, cunde el abatimiento y esto repercute tanto en planos psicológicos (con cambios de hábitos, prontos de pena o rabia…) como físicos (disfunciones sexuales, falta de concentración). En este punto puede incluso aparecer un retorno al deseo de consumo como escapatoria.
La familia, tanto como el paciente han de ser conscientes de la fase que atraviesan. De este modo ni el paciente ni las familias desfallecerán sabiendo que es cuestión de tiempo que se supere esta fase y podrán retroalimentarse mutuamente en apoyo y refuerzos positivos hasta que el cerebro del paciente se reconfigure a su nueva realidad.
FASE 4: Adaptación y resolución
Nos acercamos a la que será la nueva normalidad del paciente y esta fase puede prolongarse entre 4 y 6 meses.

Este tiempo variará en función del paciente. Influirán aspectos tales como la duración previa de su adicción. Su fortaleza psíquica, el respaldo de la familia y su capacidad para derivar la atención hacia nuevos hábitos de vida y nuevos gustos y/o aficiones gratificantes.
La suma de todos estos factores ayudará al paciente a estar en guardia para saber reconocer momentos de debilidad, tentaciones y fortalecer todo lo bueno que está haciendo o rehaciendo si en vez de crear nuevas aficiones retoma las que tenía antes de pasar por la dependencia de sustancias.
Será cuando rehaga su vida con estos nuevos hábitos y sepa y/o pueda enfrentarse a recaídas con serenidad y sin perder el control sobre si mismo cuando pueda, de verdad y definitivamente, rehacer su vida y reencontrarse a si mismo y a sus seres queridos.
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